La sexta Lección de la Madre

“Aunque otros no trabajen, no nos quejemos, sino cada uno haga su propio trabajo fielmente. Si trabajamos con el corazón de propietario, no estaremos cansados y podremos trabajar alegremente.”

907Views
Contenido

A menudo nos enfrentamos a una situación en la que tenemos que trabajar solos, mientras que otros no trabajan. Podemos pensar: “¿Por qué no están trabajando?”, o: “¿Por qué debo trabajar mientras todos los demás no hacen nada?”. Sin embargo, Dios nos enseñó que si tenemos el corazón de propietario, podremos trabajar alegremente.

Pensemos en un propietario y sus siervos. Los siervos no se preocupan mucho por la cosecha y hacen un esfuerzo mínimo, y están atentos para ver si los demás trabajan más que ellos. Fingen trabajar arduamente solo cuando su señor está observando, porque reciben su salario en función de la cantidad de tiempo que trabajen.

Sin embargo, un propietario es diferente. Siempre está preocupado por los cultivos en su campo y trata de encontrar mejores formas de cuidarlos. Ningún propietario deja de trabajar porque otros no estén trabajando. Trabajen o no los demás, él se enfoca en su propio trabajo, porque sabe que todos sus esfuerzos volverán a él y producirán una buena cosecha.

No somos siervos sino hijos que heredarán el reino de los cielos como herederos de Dios. Cada gota de sudor por el evangelio será grandemente recompensada en el cielo. Si trabajamos con el corazón de propietario, recordándonos las recompensas y bendiciones que recibiremos en el futuro, trabajaremos con alegría y confianza.

Ahora la Iglesia de Dios está creciendo según lo profetizado en la Biblia. Es porque Dios mismo dirige la obra del evangelio. Aunque alguien no trabaje, ninguna obra quedará sin cumplirse en la Iglesia de Dios.

Por lo tanto, no debería importarnos si otros trabajan o no. En cambio, debemos trabajar fielmente y con gratitud, ya que Dios nos llamó a los que somos imperfectos en muchos aspectos y nos confió el evangelio. Si trabajamos fielmente con el corazón de propietario, Dios se complacerá y nos dará más bendiciones y gracia.