Dios le dijo a Abraham que fuera a la tierra de Canaán con su sobrino Lot. Como sus rebaños y familias crecieron en número, la tierra donde vivían se volvió estrecha para ambos. Entonces la disensión creció entre sus pastores. Abraham sugirió que Lot tomara su camino por separado para que sus pastores no pelearan. Aunque Abraham pudo haber elegido primero y seleccionado la buena tierra para sí mismo, permitió que Lot eligiera su tierra primero, y luego Abraham recibió la tierra que Lot no eligió.
Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores del ganado de Lot; y el cananeo y el ferezeo habitaban entonces en la tierra. Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda. Gn. 13:7-9
Cuando Abraham concedió a Lot, Dios prometió a Abraham y a su descendencia abundantes bendiciones. Dios le prometió toda la tierra hasta donde podía ver y que haría que sus descendientes fueran tan numerosos como las estrellas del cielo. Abraham fue bendecido con mejores cosas por haber concedido lo mejor a su sobrino Lot.
De esta manera, Dios nos dijo que seremos bendecidos con lo mejor si concedemos a los hermanos. Recordando las enseñanzas de Dios, debemos convertirnos en hijos de Dios que reciban mayores bendiciones como Abraham, concediendo lo mejor a nuestros hermanos.
