“Una buena persona con fe cristiana”. Así solía llamarme la gente, pues estaba comprometido con una iglesia, asistiendo todos los domingos con mi familia durante más de veinte años. Como me habían enseñado que Jesús guiaría mi vida por el camino correcto siempre que creyera en Él, estaba seguro de tener una fe profunda en Dios y contar con mucho conocimiento de la Biblia.
Conocí la Iglesia de Dios cuando me trasladé a Chicago para realizar mi pasantía. Mientras volvía a casa después de un paseo, me encontré con un miembro de la Iglesia de Dios. Cuando le dije que ya asistía a una iglesia, me preguntó si había oído hablar de la raíz de David y el sello de Dios. Su pregunta despertó de inmediato mi interés porque nunca antes había oído hablar de ninguno de los dos temas, a pesar de que había asistido a la iglesia toda mi vida. Concertamos una cita para reunirnos nuevamente y comenzamos a estudiar la Biblia juntos.
Mientras estudiaba la Biblia en la Iglesia de Dios, me sentí renovado y era como si bebiera agua fresca después de haber estado sediento durante mucho tiempo. Pude entender claramente el Día de Reposo, la Pascua, diversas profecías y sus cumplimientos en la Biblia; sin embargo, no fue fácil para mí aceptar la palabra de Dios sobre Dios Madre. Una vez pensé: “Así como todos tenemos un padre y una madre, ¿no debería existir también Dios Madre, así como tenemos a Dios Padre?”. Sin embargo, no podía deshacerme de mi duda: “Si Dios Madre realmente existe, ¿por qué no conocí antes la verdad sobre Ella?”.
Fue a través de las palabras de la Biblia que me convencí plenamente de la existencia de Dios Madre. Comprendí que el asunto de decidir el heredero de Abraham era una profecía que muestra quiénes serán los herederos de Dios, y que así como Isaac, hijo de la mujer libre Sara, heredó los bienes de Abraham, los hijos de Dios Madre pueden heredar el reino de los cielos. Esta verdad era muy clara. La razón por la cual Dios Madre no se había revelado hasta esta época también estaba oculta en la parábola del banquete de bodas celestial.
Cuando escuché acerca de Cristo Ahnsahnghong por primera vez, quedé completamente impresionado. Había oído hablar de Cristo en su segunda venida en mi iglesia anterior, pero nunca había imaginado que Él ya hubiera venido en esta época en que yo vivía. Cuanto más estudiaba la Biblia, más me asombraba el hecho de que hubiera tantas profecías que Cristo en su segunda venida cumpliría, y que Cristo Ahnsahnghong hubiera cumplido todas esas profecías.
Naturalmente, no fue fácil para mí creer plenamente en mi corazón desde el comienzo de mis estudios que Dios había venido de nuevo en la carne. No obstante, pude seguir asistiendo a la Iglesia de Dios porque todas las enseñanzas se encontraban en la Biblia. Inicialmente continué estudiando la Biblia porque no podía negar las enseñanzas sobre Cristo Ahnsahnghong, ya que el 100 % estaba en la Biblia, no porque creyera en Él al 100 %. Cada vez que aprendía una nueva profecía de la Biblia, llegaba a una conclusión cierta y maravillosa, así como una telenovela llega a la conclusión después de una serie de episodios. Al comprender la imposibilidad de que se cumplieran las profecías sobre el tiempo y el lugar de la segunda venida de Cristo a menos que Dios viniera en carne, me convencí de que Cristo Ahnsahnghong era Dios.
La mayoría de las personas de mi entorno se opusieron a mi decisión de asistir a la Iglesia de Dios cuando se enteraron. Esto se debió principalmente a que tenían una idea fija de que la segunda venida de Cristo tendría lugar el día del juicio. Nunca habían oído que Dios volvería como hombre en esta época. Cuanto más desaprobaban mi decisión, más intentaba juzgar la situación según la Biblia, que es la única manera de reconocer a Cristo. Hace dos mil años, los judíos consideraban herejes a los apóstoles de la Iglesia primitiva porque creían en Jesús; sin embargo, eso nunca cambió el hecho de que Jesús era el Cristo testificado en la Biblia. Exactamente la misma situación se repite en esta época. Entendí que la Iglesia de Dios es la verdadera iglesia que sigue la Biblia.
Ahora, han pasado muchos años desde que me uní inicialmente a la Iglesia de Dios y todavía llevo una vida feliz de la fe. Cuando visité la Iglesia de Dios por primera vez, recuerdo haber visto una fotografía conmemorativa de los miembros tomada en la Pascua, y dije: “Parece haber gente de diferentes orígenes étnicos en su iglesia”. La Iglesia de Dios acoge a personas de todas las razas. Solía pasar tiempo solo con personas que físicamente se parecían a mí en mi antigua iglesia, que estaba compuesta predominantemente por miembros negros; sin embargo, en la Iglesia de Dios me llevaba bien de forma natural con personas de diversas razas. A través de los miembros, aprendo diferentes culturas, comidas e incluso idiomas, lo que amplía mis perspectivas culturales y profundiza mis pensamientos. Me di cuenta de que el evangelio de Jesús es para todas las personas, no solo para los negros, los blancos o los de ascendencia hispana.
Si le cuesta creer en Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre, me gustaría animarlo a examinar primero qué es lo que está dudando y cuál es la razón específica por la que duda en creer. ¿Es porque nunca ha oído hablar de Dios Madre? ¿Es porque la Iglesia de Dios es diferente de la mayoría de las otras iglesias? Intente analizar más detenidamente las preguntas de su corazón y encuentre respuestas específicas a esas preguntas a través de la Biblia.
Es natural tener preguntas y dudas al principio, pero lo importante es cómo resolverlas. La única solución es estudiar la Biblia. También tenía muchas preguntas y dudas, pero siempre que las tenía, rápidamente encontraba las respuestas a través de la Biblia. Si viene a la Iglesia de Dios y aprende las profecías de la Biblia en persona como lo hice yo, todas sus preocupaciones y dudas desaparecerán y tendrá la fe y la confianza correctas para comprender a Dios. También espero que pueda tener la convicción de que irá al cielo cuando crea en Dios Madre.
