En Mateo 22, está escrita la parábola del banquete de bodas celestial que Jesús enseñó. En esta parábola aparecen el novio y los invitados; sin embargo, no aparece la novia, quien es la protagonista principal de un banquete de bodas. La novia, que no apareció en el tiempo de la primera venida de Jesús, aparece en la profecía del libro de Apocalipsis. La realidad de la novia es Dios Madre, la Jerusalén celestial, que ha de aparecer con Dios Padre, quien es Jesús en su segunda venida y el Cordero, en los últimos días. La Biblia nos dice que en los últimos días, aquellos que reciban a Dios Padre y a Dios Madre, quienes son el novio y la novia en el banquete de bodas celestial, recibirán el agua de la vida, que es la vida eterna.
La novia de la parábola del banquete de bodas no apareció en la primera venida de Jesús
Jesús comparó el hecho de recibir la salvación y entrar en el reino de los cielos con ser invitados a un banquete de bodas y participar en él. Entre los numerosos tipos de banquetes, Dios mencionó específicamente un banquete de bodas. Hay una razón importante.
“Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas estos no quisieron venir. […] Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.” Mt 22:1-10
¿Quiénes deben estar presentes durante un banquete de bodas? Para que una boda se lleve a cabo, debe haber tanto un novio como una novia, y deben asistir muchos invitados al banquete. Por lo tanto, el novio, la novia y los invitados son componentes esenciales para que se lleve a cabo un banquete de bodas.
En la parábola del banquete de bodas en Mateo 22, podemos encontrar al novio, que es el hijo del rey. El hijo del rey indica a Jesús, quien vino como el Hijo de Dios. A continuación, están los convidados como invitados. Los convidados en esta parábola se refieren a los santos que recibirán a Jesús y entrarán en el cielo. En la parábola, podemos ver al novio y a los invitados.
No obstante, no vemos a la novia, la protagonista principal que debe estar en el banquete de bodas. Sin la novia, no se puede llevar a cabo la boda. Entonces, ¿por qué Jesús no mencionó a la novia? ¿Se debe a que no hay ninguna novia en el banquete de bodas celestial? No. Es porque la primera venida de Jesús hace dos mil años no era el tiempo profetizado para que apareciera la novia.
La novia en la parábola del banquete de bodas aparece en los últimos días
Entonces, ¿cuándo aparecerá la novia de la parábola del banquete de bodas? La Biblia profetiza que la novia aparecerá cuando Jesús venga por segunda vez, es decir, en los últimos días.
“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.” Ap 19:7-9
En esta escena bíblica, la novia, la esposa del Cordero, que no apareció en el tiempo de la primera venida de Jesús, finalmente aparece junto con el Cordero, el novio. En esta misma escena, están los convidados, es decir, los invitados. De esta manera, también en el banquete de bodas celestial no solo están presentes el novio y los invitados, sino que también debe estar presente la novia por separado. Debido a que en realidad hay una novia, Jesús comparó nuestra salvación y entrar en el cielo con entrar en un banquete de bodas, entre muchos tipos de banquetes. Dios quiso hacernos saber la existencia de la novia desde hace dos mil años.
Entonces, ¿quién es el Cordero, el novio, en la profecía de Apocalipsis 19? En la Biblia, Jesús es descrito como el Cordero (Jn 1:29), y el Cordero en Apocalipsis 19 se refiere a Jesús en su segunda venida. Se debe a que el Cordero aparece con la novia, a diferencia de su primera venida. Los convidados, refiriéndose a los invitados, son los santos que recibirán la bendición de la vida eterna. Entonces, ¿quién es la novia, la esposa del Cordero, que aparece en su segunda venida?
“Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios” Ap 21:9-10
El ángel le dijo al apóstol Juan que le mostraría a la desposada, la esposa del Cordero, y le mostró a Jerusalén que descendía del cielo. Esto no quiere decir que la novia sea una ciudad. Así como el novio no es un animal real, simplemente porque el libro de Apocalipsis lo describe como un Cordero en el banquete de bodas celestial, la novia no es una ciudad real. En la Biblia, Ella es representada como la Jerusalén celestial. Entonces, ¿a quién se refiere realmente la Jerusalén celestial en la Biblia?
“Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.” Ga 4:26
La Jerusalén de arriba, del cielo, es nuestra madre. Por tanto, la profecía sobre la aparición de la Esposa en el libro de Apocalipsis testifica que Dios Madre, que está en el cielo, aparecerá en la tierra. Por esa razón, la esposa es descrita como la Jerusalén que desciende del cielo.
El Cordero, que tiene a la Madre Jerusalén como su Esposa, es Dios Padre. Dios Padre, que es el Cordero y Jesús en su segunda venida, y Dios Madre, que es la Esposa, aparecen e invitan a los santos al banquete de bodas celestial. En cuanto a la aparición de Dios Padre y Dios Madre, Apocalipsis 22 testifica que el Espíritu y la Esposa aparecerán en los últimos días.
“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.” Ap 22:17
El propósito de la aparición del Espíritu y la Esposa en los últimos días es dar el agua de la vida, esto es, la vida eterna. Por eso, la Biblia dice que aquellos que son invitados a la cena de las bodas del Cordero son bienaventurados (Ap 19:9). Para recibir la vida eterna, debemos recibir no solo a Dios Padre sino también a Dios Madre. Solo entonces podremos convertirnos en invitados al banquete de bodas, recibir el agua de la vida y la bendición de entrar en el eterno reino de los cielos (Ap 19:9).
Dios Madre, la fuente del agua de la vida en los últimos días
Así, la Biblia profetiza que el Espíritu y la Esposa, que son Dios Padre y Dios Madre, aparecerán cuando Jesús venga por segunda vez. Sin embargo, muchos cristianos piensan que el día de la segunda venida de Jesús es el día del juicio final. Este pensamiento es muy diferente de lo que Jesús enseñó.
“Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.” Lc 21:27-28
Aquí, “vosotros” se refiere a los santos que ya recibieron a Cristo, al igual que los discípulos. Por lo tanto, el día de “vuestra redención” se refiere al día del juicio final, cuando el pueblo de Dios entrará en el reino de los cielos (2 P 3:12-13, Ef 4:30). No obstante, cuando el Hijo del Hombre, es decir, Jesús, dijo que vendría otra vez, no se refería al día del juicio final; en cambio, dijo que ese día estaba “cerca”. Por lo tanto, está profetizado que Jesús, que es el Cordero, aparecerá primero en los últimos días, cuando el juicio final esté cerca, y la novia también aparecerá en ese momento. En los últimos días, el Cordero y su Esposa, que son el Espíritu y la Esposa, vendrán e invitarán a todas las personas sedientas a venir a Ellos para recibir el agua de la vida.
En el Antiguo Testamento, el profeta Zacarías también profetizó acerca de la novia que daría el agua de la vida en los últimos días.
“Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno”. Zac 14:8
El libro de Apocalipsis testifica que la Esposa, comparada con la Jerusalén celestial, dará el agua de la vida. Además, el profeta Zacarías también testificó que de Jerusalén saldrán aguas vivas. Esto significa que la Jerusalén a la que se hace referencia en Zacarías 14 representa a la Esposa en el libro de Apocalipsis, es decir, la Madre celestial. El profeta Zacarías profetizó repetidamente que todas las personas vendrían a Jerusalén, la fuente de agua viva, y que aquellos que no vinieran a Jerusalén sufrirían desastres.
“Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos.” Zac 14:16-18
“Jehová establecerá a Jerusalén”
La humanidad no sabía sobre la existencia de la Madre celestial, y mucho menos que Ella aparecería. Entonces, ¿quién nos dará a conocer a la Madre celestial?
“Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis de Jehová, no reposéis, ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en la tierra.” Is 62:6-7
La Jerusalén que será puesta por alabanza en la tierra es una profecía acerca de la Jerusalén celestial, que es nuestra Madre. Sin embargo, la Biblia dice que Jehová, que es nuestro Padre celestial, establecerá a la Madre celestial. Dios nos mostró esta voluntad a través de Adán y Eva, quienes aparecieron en el libro de Génesis.
“Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.” Gn 2:23
Adán testificó que Eva era un solo cuerpo con él, diciendo: “Esto es hueso de mis huesos y carne de mi carne”. También le dio a su esposa un nombre que literalmente significa “vida”.
“Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.” Gn 3:20
El nombre “Eva” significa vida en hebreo. ¿Quién fue el que nombró a la mujer Eva, que significa vida? Fue Adán. La historia bíblica de Adán y Eva no es simplemente una historia del pasado escrita arbitrariamente. La Biblia testifica que Adán y Eva, que fueron creados a imagen y semejanza de Dios, representan a Dios Padre y Dios Madre que habían de venir (Ro 5:14). La creación de Adán y Eva en el sexto día, justo antes del Día de Reposo del séptimo día, significa que Cristo en su segunda venida, nuestro Padre celestial, quien bíblicamente es representado como Adán, aparecerá con nuestra Madre celestial cuando el descanso eterno esté cerca. La historia escrita bíblicamente, que muestra que Adán dio testimonio de su esposa Eva, es una profecía de que el Padre celestial mismo dará testimonio de la Madre celestial, representada como Eva.
Según todas estas profecías, el Padre celestial Ahnsahnghong, que es el Espíritu Santo, dio testimonio de la Esposa, la Madre celestial, en esta época. También enseñó que debemos creer en la Madre celestial y seguirla para recibir la vida eterna. Por lo tanto, debemos recibir a la Madre celestial, que el mismo Padre celestial nos ha enseñado, para poder recibir la bendición de la vida eterna y entrar en el cielo.